Análisis sobre un futuro no tan lejano.

Estimados lectores, muchos me conocen y saben lo que anhelo en mi vida, mi profesionalidad en los asuntos tratados y demás hechos. Si bien es cierto, éste es mi más grande meta: Ser un buen profesional, siempre en servicio de la comunidad, de mi comunidad, de mi país, de mi Perú.

Muchos de los que me conocen, piensan que mi más grande anhelo es llegar a ser, algún día, Presidente de la República. No lo descarto.  Pero si se presenta esa oportunidad, no la desaprovecharía, porque mi país, mi Perú,  se merece lo mejor, y pienso que yo, como tú amigo lector, conformamos esa parte de lo mejor que he mencionado.

No obstante, además del profesionalismo, política (que la considero mi pasión), es el bienestar social, que últimamente, no se está mostrando de lo mejor posible, sino que lo apreciamos distorsionado. Somos nosotros los que debemos hacer del Perú, de nuestra Nación, un lugar digno donde vivir, un lugar donde se pueda caminar y descansar tranquilo.

Si hablamos de Economía nacional, de Políticas de Estado, la mayoría de la población peruana no lo va a comprender; sino más bien, debemos hablar de formas en las cuales aprovechar  nuestros recursos, saberlos potenciar. En síntesis, saber llegar a la población peruana.

Muchas situaciones nos hacen ver las cosas de uno u otro modo, pero depende de nosotros, creer y analizar como vemos las cosas, desde que perspectiva lo vemos y más que todo, como lo interpretamos.

Dentro de mi lineamiento conservador, defiendo mis posturas, como muchos de ustedes, y hay que saberlas defender a cabalidad.

He tratado de ser lo más breve posible en mi auto- análisis del futuro no tan lejano, sino más bien cercano.

Espero (y así será), se concreten todos los ideales de cada uno.